Ralf Dellen

Hoy en día el ritmo de cambio al que se tiene que someter una empresa, un equipo o un directivo puede llegar a ser frenético.

La desmotivación que puede causar un cambio mal gestionado suele resultar en una bajada de productividad y costes adicionales para el empresario.

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Para evitar estos efectos es importantísimo considerar los llamados factores ‘blandos’:

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• ¿cómo se puede dar reconocimiento? a la antigüedad a la vez que tal vez se realizan cambio jerárquicos

• ¿cómo se puede fomentar la aceptación? entre colaboradores nuevos y antiguos para que colaboren juntos en beneficio de los proyectos comunes y la empresa

• ¿cómo se puede transformar la cultura de la empresa?

• ¿cómo se puede ‘despedir’ correctamente lo antiguo? a la vez que el espacio para recibir lo ‘nuevo’ sea libre de cargas

• ¿cómo apoyar a colaboradores? que pierden su plazo para que se puedan orientar nuevamente

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Con los principios sistémicos se facilita la gestión del cambio.