Ralf Dellen

Cada día los directivos tienen que tomar decisiones y no siempre hay tiempo suficiente para reflexionar sobre el alcance de las consecuencias. Cada decisión influye íntegramente en todo el sistema dentro del cual trabajamos.

Con cada decisión, hay una parte de lo establecido que dejamos atrás, a la vez que damos importancia a algo nuevo – sea si se trata de un nuevo trabajo o función, si sustituimos un antiguo producto por uno nuevo, si cambiamos la sede de la empresa, o si nos decidimos por un nuevo socio, la creación de una nueva filial o el merger con otra empresa.
 

Casi siempre se trata de:

• reconocer “Lo UNO” (en general, lo conocido), darse cuenta de sus ventajas y desventajas y también tomar la decisión firme de “despedirlo”

• reconocer “Lo OTRO” (en general, lo nuevo), mirarlo bien antes de tomar una decisión sobre si finalmente se acepta o se rechaza

• también considerar la opción “AMBOS”, y en caso de que esto sería una opción, cambiar el enfoque en la conexión de lo UNO con lo OTRO que probablemente antes no se percibía

• y además, pueda surgir la opción “NINGUNO DE LOS DOS”, lo cual podría representar un contexto u otro aspecto anteriormente olvidado

Otro elemento que se adjunta a este proceso llamado “Tetralema” es un elemento de apoyo y se llama “EL 5º ELEMENTO”. Esto ayuda a alcanzar una mayor claridad y dar soporte sobre la decisión a tomar y probablemente podría revelar posibilidades o resistencias ocultas que se tienen que superar antes de llegar a la toma de decisión.